lunes, 14 de noviembre de 2011

Adiós otoño: un cinco inolvidable


Sonidos suministrados como una especie de anestesia
que con delicadeza se apoderan del oído... lo hacen suyo,
y en un momento, la realidad parece un mero reflejo del
inconsciente cuando el éxtasis se fusiona con
los latidos del corazón que bombean
la máquina del tiempo que trascenderá en la eternidad como un recuerdo,
momentos contigo, momentos tan míos al ritmo de finas notas, tan sutiles que movieron cada parte de mí
y ahora no permiten despertar y no,
no despertaré, perdurará.